Lo que muchos de nosotros hemos percibido subconscientemente, ha sido probado científicamente: el contacto de un ser querido puede reducir la sensación subjetiva de dolor. ¿Cuál es el mecanismo de este fenómeno según los estudiosos?
No creo que nadie deba convencerse de que el toque es importante y, de hecho, indispensable para construir relaciones interpersonales. Los investigadores siempre están interesados no tanto en la convicción como en la prueba científica de las relaciones en curso. Es por eso que se decidió probar que el toque de la pareja puede minimizar la sensación subjetiva de dolor en las mujeres. Para este propósito, se utilizaron los últimos logros tecnológicos, permitiendo la observación del funcionamiento del cerebro en más de una persona a la vez.
Esta técnica ya ha demostrado que estar en un grupo puede "sincronizar" el trabajo cerebral de más de una persona en el curso de actividades tales como hablar, ritmo rítmico, tocar la guitarra o imitar gestos. Se ha demostrado que la oxitocina, una hormona que fortalece los vínculos interpersonales, libera en la madre a la vista del niño o en las personas que se preocupan entre sí por un papel importante en dicha sincronización.
En el último estudio sobre el nivel de dolor experimentado por un pariente cercano, participaron 22 parejas heterosexuales de entre 23 y 32 años de edad. El dolor en sí mismo es una experiencia sensorial o mental subjetiva desagradable, a menudo asociada con daño tisular o la posibilidad de tal daño. Debido a la subjetividad de los sentimientos, es difícil medirlo de otra manera que no sea según la opinión de la persona que lo siente.
En las olas comunes
En el experimento, los investigadores se sorprendieron por la corriente de la pareja, y se suponía que los hombres ayudaban a aliviar su dolor a través del tacto. Esta ayuda incluyó primero tomarse de las manos, luego sentarse en una habitación, pero sin contacto físico, y finalmente quedarse en habitaciones separadas. Durante el estudio, los investigadores analizaron ondas cerebrales llamadas ondas alfa a una frecuencia de 8-12 Hz. Se sabe que estas ondas aparecen en el cerebro durante los momentos de relajación con los ojos cerrados (pero desaparecen después de abrir los ojos, pensar en el movimiento o su implementación y durante el esfuerzo intelectual). También pueden desempeñar un papel en la sensación de dolor y compasión o empatía.
Resultó que el contacto de un ser querido causaba la sincronización de las ondas alfa, es decir, los socios "transmitían en ondas comunes". En las mujeres, estas ondas aparecieron principalmente en los centros centrales del cerebro, mientras que en los hombres se observaron principalmente en el hemisferio derecho. Las mujeres que fueron tocadas por sus parejas durante el shock sentían que el dolor era más débil que cuando el compañero no estaba allí.
Recompensa comunitaria
Los científicos creen que cuando nos sentimos comprendidos, el centro del sistema de recompensa se activa en nuestros cerebros. Además, la "sincronización" del cerebro por parte de los investigadores es agradable y puede dar una sensación de logro. Por lo tanto, el contacto del compañero y la sensación de que comprende y comprime nuestro dolor hace que el cerebro elimine el estímulo como menos doloroso que cuando estamos solos en el dolor.
Esta es otra prueba científica de que un sentido de relación interpersonal puede sanar, y un sentimiento de soledad puede enfermarte. No hace mucho tiempo, se ha demostrado que en las personas solitarias, el cuerpo puede producir hasta 10 por ciento más de cortisol y adrenalina, llamadas hormonas del estrés, que en las personas que no sienten soledad. Los niveles elevados y prolongados de ambas moléculas son responsables del desarrollo de muchas enfermedades, incluidos ataques cardíacos, cánceres o enfermedades autoinmunes. El cuerpo humano interpreta la soledad como un gran estrés, por lo tanto, aparte del cortisol y la adrenalina, aumenta la producción de citoquininas, es decir, sustancias que conducen a la aparición de la inflamación.
La soledad es especialmente peligrosa para los hombres porque se ha demostrado que los hombres solitarios tienen un 64 por ciento más de probabilidades de tener un accidente cerebrovascular fatal que los hombres que están en relaciones.
Basado en:
P. Goldstein, I. Weissman-Fogel, G. Dumas, S. G. Shamay-Tsoory,El acoplamiento de cerebro a cerebro durante el agarre se asocia con la reducción del dolor.PNAS (2018) 201703643